Revista Sold Out > Entrevista > «Con este disco estamos encontrando el sonido que realmente queremos». Selvajes (entrevista)
Selvajes por @bea11trice

En efecto, El despegue (Dlava Music Label) es la segunda referencia de la banda madrileña Selvajes, formación dispuesta a dar un puño en la mesa del indie rock. Este larga duración marca un evidente punto de inflexión en la evolución de una banda más emocional, más directa y con el ojo puesto en la reconstrucción constante para poder avanzar. La soledad, la nostalgia y la vulnerabilidad son los pilares de unas canciones con mucho cuerpo y con mensajes claros. Nos fuimos a un mexicano (tal y como leéis) a celebrar con margaritas que las cosas marchan de vicio.

¿En qué punto está Selvajes?

Estamos muy contentos, pero sobre todo muy tranquilos porque está fuera al fin el nuevo disco. ¡Disfrutando el momento!

Hay muchos cambios con respecto a Mucho ruido y muchas nueces (2023).

Aparte de que ahora somos una persona más (¡que en las cuentas se nota un montón!), lo más importante es que ahora Jaime ya no toca la guitarra y ahora se siente mucho más liberado. Ha cambiado un montón la aproximación que tenemos hacia la composición y el sonido. Las canciones han cogido una proyección completamente diferente a la que tenían antes, se ha abierto un abanico mucho más grande en este aspecto. Con este disco estamos encontrando el sonido que realmente queremos.

Los primeros discos, muchas veces, son algo así como pruebas, estás jugando y conociéndote aún como artista, y en este segundo estamos afinando más el tiro, componiendo cosas que nosotros escucharíamos de otras bandas. Y nunca dejará de haber evolución, de hecho el interés de alguien que nos siga debería estar en eso, en el interés de nuestro crecimiento y nuestros cambios.

Y de un tiempo a esta parte habréis notado que os escucha más gente.

Sin duda es algo progresivo. Al principio tienes una idea más primitiva, más de decir “¡vamos a hacer rock!” porque es lo anti-todo ahora mismo. Es lo que nos sale y nos mola, y de ahí es de donde surge un sonido más clásico en nuestro primer disco. Después hemos virado tratando de pensar más las cosas: vamos a ver qué queremos decir, cómo queremos decirlo, qué estética queremos llevar… Partes de unos básicos que vamos evolucionando.

Esto influye en las temáticas, intuyo. Hay oscuridad, drama… y esperanza.

Tiene que ver con la transición de pasar de ese rock clásico a un indie con letras más sentimentales, dejando a un lado temas más banales como salir de fiesta o beber alcohol. Queríamos hablar de problemas reales, de cosas que están pasando, con las que nos sentimos identificados. A nivel particular consideramos que podemos evolucionar mucho más en el tiempo con este tipo de canciones, porque son mucho más maduras. Cuando empezamos con el grupo en 2021 nos salía ser lo que quisimos ser desde pequeños, haciendo un rock más pureta, y esto lleva un lenguaje y unas temáticas muy definidas. Una vez que superas eso, es 2025, tenemos todos más de treinta años, nuestra vida no es eso ahora mismo y la evolución al final se da de forma orgánica.

¿Cuándo nace El despegue?

Estas canciones se llevan preparando desde 2023. Siempre hemos dicho que esto es una mixtape, porque son canciones de dos épocas que reflejan dos momentos muy distintos, hasta el punto de que la formación era diferente- Hay una parte del disco más continuista y otra que es lo contrario. La cohesión de todo esto se da entre noviembre y diciembre del año pasado, cuando Ángel y Álex TJ llevaban un mes en la banda. Empezamos a trabajar súper rápido, aunque la sensación no era así. Ahora lo piensas e íbamos como un avión: entraron en octubre y en enero estábamos ya mezclando (¡y grabando un videoclip!). Fue un proceso muy natural por las ganas de empujar esto entre todos.

Selvajes por @bea11trice

Hablemos de la gente que estuvo ahí con vosotros en el estudio.

Hay una parte en la que el Selvajes ‘original’ graban cinco canciones que mezcla, por cierto Álex TJ, sin formar todavía parte de la banda. En la segunda parte, ya con Ángel y Álex, éste entra como productor. Contamos de nuevo con Edu Figueroa y hacemos todas las canciones nosotros cinco. Mezclamos, y nos pusimos en contacto con Diego García (ingeniero de audio de Zaragoza), que ha trabajado con Edurne, con Malú o con Pole, además de con bandas muy distintas. Él nos masterizó el álbum, y en la parte más empresarial (por así decirlo) tenemos a Iván Tagua, el CEO de Indica, que es nuestra discográfica, que nos guía en esta industria y nos ha apoyado en toda parte de digitalización.

Es importante matizar que, hasta ahora, hacíamos canciones de cinco en cinco. Al principio necesitas canciones para poder tocar en directo y, obviamente, tienes que grabarlas y publicarlas. Por ello hicimos dos EPs que terminamos juntando en un único trabajo, y en este mixtape ha sido una recopilación con mucho más sentido. Nos hemos parado a analizar las letras para ver de qué estábamos hablando y así aunarlo todo en un concepto. Para nuestro siguiente trabajo ya estamos trabajando para que haya un curro previo, que esté pensado de antemano para que tenga un sonido más homogéneo.

De igual forma, si no lo contáis, nadie encontraría diferencias entre unas canciones y otras.

No hay un cisma como tal, porque hemos trabajado mucho en ello, pero es verdad que hay cambio. Puede que nosotros lo notemos más, claro. El valor emocional que tienen unas canciones con respecto a las otras es algo que desde dentro sí notamos. Mucha gente quizás no repara en estas cosas, es cierto; de hecho, jamás se nos que olvidará grabando las voces de Ernesto Sevilla, lo último que se oye es una imitación y algunas risas, y nadie nos ha comentado jamás nada sobre ello.

La canción que da nombre al disco parece aunar todo esto que decís.

Esta canción habla de cuando te das cuenta de que tienes que soltar cosas que te están haciendo daño aunque tú creas que las necesitas. Es, por decirlo de alguna forma, lo que hemos tenido que hacer de forma individual cada uno de nosotros para seguir con la banda y, en cierto modo, este sueño de la música. Es algo que se puede aplicar a muchos contextos: a pesar de los intentos fallidos, del cansancio, de la ansiedad, el objetivo es conseguir tirar hacia delante. Un día Ulrich (guitarra) dijo esta frase: “tengo que aprender a perder”. Nos gustó mucho esa frase, que se dio jugando al Smash Bros (risas), y había que hacer algo con ella.

Ahí quedó El despegue. A nivel técnico, tiene un sinte monofónico que dobla la melodía de la guitarra, va haciendo legato con la melodía principal. Y en el estribillo hay una capa de sinte que está inspirada en All the small things de Blink 182. La construcción de guitarras, de hecho, está muy inspirada en este tipo de bandas. La base en general no deja de ser la de una banda de batería, bajo y guitarras muy duras. Después terminamos de darle colores, pero todo se compone desde la base visceral de cuatro o cinco tíos tocando a lo que dé (risas). Tiene un punto de punk rock, pero luego se adorna con sintes, con punteos de guitarras, con leads que no tienen nada de punk cuando tocas. No tocamos punk, pero el espíritu del “Un, dos tres, pam!” ahí está. De hecho, todas las canciones están en 155 / 160 bpm.

Hay una sola colaboración: Sandra Iris en Hoy x ti, mañana x ti.

Sandra es una persona increíble y encima también es una artistaza. Nada más ponerse con este tema, lo puso en otra galaxia, que era justo lo que deseábamos. Queríamos a alguien que nos sacase de donde estamos. Suma mucha energía, y fue idea de Ángel contar con una voz así. Estamos encantadísimos con el resultado.

Se acerca la presentación del disco, el 26 septiembre en Moby Dick. ¿Cómo de difícil es cerrar una fecha así hoy?

La Moby nos encajaba súper bien, y más tras ir unas 250 veces a ver bandas allí. Es una garantía de sonido, y un escalón más para nosotros tras el sold out en Siroco. Nos tocó llamar a muchas puertas, ya sabes, mail, teléfono y calculadora para ver qué huecos quedaban para el resto el año. Se programa con tanto margen que te ves cerrando algo así en febrero o marzo…