Revista Sold Out > Entrevista > ‘Daruma’ es minimalismo, escritura automática y naturaleza. Ove habla de su nuevo disco.
OVE por @bea11trice

La naturaleza, la vegetación y el olor de las flores siempre terminan abriéndose paso de entre el asfalto. Alejandro Ovejero es OVE, y ha pintado ya ambos ojos de su Daruma, un amuleto en forma de ocho canciones inspiradas en lo orgánico, lo íntimo y lo reflexivo. Compartimos una cerveza bien fresquita en el Café del Monaguillo para hablar de este primer larga duración, de su proyecto en solitario, de las abejas y del pasado al que uno sabe que debe volver de vez en cuando.

¿Te trata bien este verano hostil?

Ahora mismo estoy acalorado y también voy un poco estresado por las tantas cosas que tengo que hacer, pero estoy bien. Se me han juntado muchas cosas, en el plano familiar (mi mamá está muy mayor), en el laboral, en lo relativo a conciertos, en relación a las promos… De repente han pasado tres meses no sé ni cómo. En ese tiempo creo que solo he tenido un día de descanso, de no tener nada que hacer.

Y de por medio las Noches del Botánico con Morgan, con su trajín actual.

Diría que es un trajín parecido al que era en su día, es decir, cuando yo me marché la banda ya estaba en un punto bastante grande. Ahora no me entero muy bien de lo que hay detrás, voy a los conciertos pero no estoy dentro de la gestión de la banda, entonces todo ese estrés… Yo voy a lo fácil (risas), a tocar, a estar con mis amigos, que además es como una familia, y a disfrutar. Entonces no me entero si hay más trajín que entiendo yo que sí.

¿Puede superarte un trajín así?

En mi caso estaba encantado de la vida. Estar en una banda así era lo que siempre había querido, pero me dedico a las abejas también. Tengo una explotación apícola y llegó un momento en el que las dos cosas habían crecido tanto que ya no eran compatibles. Por diversos motivos, de tiempo, de cosas de la ganadería, me tocó elegir. Morgan fue un regalo de la vida, pero lo de las abejas ya venía de antes, fue una cosa que fuimos haciendo entre amigos también… Me dio mucha pena, pero ya ves que acabamos muy bien y por eso he podido volver a colaborar.

OVE por @bea11trice

Como OVE publicas un EP homónimo en 2023, y ahora este Daruma. ¿Tus canciones nacen a partir de todo eso?

En realidad esa inquietud siempre ha estado ahí, aunque nunca le había dado cuerda. O quizás sí, pero siempre en formaciones con más gente. Tenía un montón de temas que quería sacar y al haber tomado esa decisión, de forma indirecta, tuve tiempo para poder dedicarlo a esto. En ese primer EP me ayudaron Paco, Dani y Carol, y no hice mucho más a partir de ahí, es decir, toqué una vez en mi barrio y otra en Vitoria, en Zamora… No tenía tiempo para ponerme a buscar porque, obviamente, lo tenía que hacer yo todo, pero me quedé a gusto. Pero el caso es que me pedía el cuerpo hacer un disco entero y además me tocaba hacerlo a mí solo. Ya había pedido demasiados favores a gente en este plan: oye, vente a grabar y tal. Me dije: venga, ponte a hacerlo. Ahí estuvo el reto, y gracias a Dios he tenido tiempo para poder terminarlo.

Entre que construyes las canciones, se producen, se graban… Son casi dos años.

En diciembre de 2023 hice los primeros. Me encontré con quince días para poder cerrar los temas y maquetarlos. Parece mentira, a mí se me ha pasado volando. Tenía un montón de canciones, y resulta que en mi barrio hay una asociación llamada Danos Tiempo, que tiene un espacio autogestionado de coworking. Ellos me decían, ¿por qué no haces un día un concierto aquí? Y fue gracias a ellos que me planteé intentar juntar doce, quince temas de los que no sentirme avergonzado cuando los canto, ya que cuando estás en casa a veces tocas cosas que piensas que suenan guay, pero luego te da, en cierto modo, miedo escénico. Al enseñarlo empiezas a pensar que igual no mola tanto como pensabas. Pero sí, junté esos temas de los que estaba orgulloso, pensando en que cuando pase el tiempo y mire hacia atrás, que será algo inevitable, me sigan gustando.

El EP destaca por su minimalismo y en Daruma hay más detalle, pero el justito para mantener la esencia.

Quiero que las canciones sean sencillas, y también tiene que ver con una limitación a nivel técnico. Con la guitarra llego hasta donde llego, entonces tenía que aprovechar, dentro de las dos facetas como músico, la de la creatividad por encima de la técnica. Entonces, ¿cómo encontrar esos arreglos que, sin ser virtuosos, me dijeran cosas que me gustaban en la canción? Decidí probar a intervenir lo menos posible yo mismo, es decir, te pones a tocar encima, como en la escritura creativa, van surgiendo cosas y, de repente, escuchas algo que dices: ¡aquí estás! Empiezas a tirar del hilo, lo desarrollas y construyes con los pocos conocimientos que podía tener a nivel arreglos. Yo he hecho los bajos de los discos, pero arreglar temas, con las guitarras… De ahí el concepto de Daruma: esto era todo un reto y realmente pensaba que no lo iba a terminar. En el EP estaba Paco a la guitarra, Dani al piano… Cada uno tenía su instrumento, y la idea era hacer lo que se les ocurriese. En este caso ponte tú a hacer las guitarras que nunca has hecho, más allá de la rítmica. Es algo que que me ha hecho sentir muy satisfecho, incluso me apunté a clases de guitarra, no tanto como para desarrollar temas, sino más bien para saber lo que estaba haciendo. He estado toda la vida tocando con gente y no sabía los grados, los intervalos, o sea, cero. Ha sido un año y medio de aprendizaje total.

Has presentado estas canciones en algunos sitios ya y te has gestionado fechas hasta noviembre tú mismo.

¡Y cuesta lo suyo! Por mucho que lleves unos veinte años tocando y conociendo a un montón de gente, sacar algo de cero… Es volver a hacer todas las cosas que dijiste que no volverías a hacer. Llamar a los sitios, cargar las pantallas… Y aquí me ves, todo lo que tenga que hacer lo voy a hacer. Con 43 años vuelvo a hacerlo, ¡y lo peor de todo es que estoy encantado! Me gustaría tener más tiempo pero en la vida tienes que hacer caja, tienes que ingresar, tienes que tener tu oficio y tus cosas, pero no me cuesta levantarme a las seis de la mañana para hacer el cartel de la gira, por ejemplo. Si ir más lejos, que estemos hoy aquí charlando es un regalo para mí.

Hablemos del equipo que te rodea, a sabiendas de que, al final, todo lo terminas sacando tú mismo.

Han sido otros regalos más. Cuando te pones a hacer algo dejándote llevar, a lo que surja, tan solo echando las horas, surgen estas sinergias. Rebeca Gismero es una saxofonista de la hostia que estuvo en Alamedadosoulna y la conozco desde hace muchos años. Coincidimos en Soto del Real porque ambos vivíamos allí, y en la pandemia empezamos a coincidir. Yo jamás habría pensado en hacer un disco con saxo, porque es un instrumento que desconozco totalmente y porque además lo tenía que hacer todo solo, pero cuando surgió la oportunidad de meterle ese color de voz y ese sonido… La historia es que primero empezamos a colaborar en los conciertos que hicimos y, para ello, ensayamos unos arreglos puntuales, pero para el disco cambió todo. Ella también tiene sus curros, sus historias, y fue difícil porque había que hacerlo todo de cero, pero fue un proceso súper bonito porque ella encontraba los huecos para el saxo. Al final lleva toda la vida haciéndolo. Fue un regalo inesperado que ha hecho que el disco realmente me guste. Si hubiera ido solo con las guitarras se habría quedado un poco cojo, aunque hice el disco pensando en que a lo mejor no iba a haber saxo, al no saber si ella iba a tener tiempo. Con el saxo ha crecido infinito, y más con el timbre de Rebe también en los coros.

Al final el disco es un puzzle en el que terminan encajando cosas chulísimas.

Y luego está Koldo Sagastume, a quien llevé la mezcla hecha por mí y me dijo: no está mal, pero deja que lo haga yo. Estaba montando una sala en Vitoria para grabar y este disco fue su conejillo de Indias para probar sus cosas. Hizo un currazo.

OVE por @bea11trice

Y luego está también la voz de Óscar Arrollo en Amigos.

Óscar es el cantante de Inlogic, mi banda de toda la vida, y cuando hice el tema me di cuenta de que habla de nosotros. Sentí que tenía que cantar una parte y, cuando se lo envié, me lo devolvió en el mismo día, incluso con los coros. ¡Qué cabrón!, le dije, había quedado precioso. Canta increíble. Muchas de las cosas que sé de armonía, de cantar, de coros, las aprendí con él.

El disco guarda mucho cariño, y muchos significados fruto de la inspiración.

Esto lo he escuchado intentar explicar a muchos compositores, todo eso de las musas, de cuando estás inspirado… Creo que en las canciones, al menos a mí me pasa así, cuanto menos intervengo yo, mejor. Es cuando más me gusta la melodía, la letra, en un proceso en el que estás ahí, desconectas la cabeza, te pones y salen cosas. Cuando termino la letra, todavía no sé de qué habla. Entonces la analizo y digo: hostia, esto habla de esto que me pasa. Siempre suele ser un diálogo interno, es lo que digo siempre de la escritura automática, que es terapia. Cuando estoy en un momento complicado, me salen las palabras exactas que hablan de lo que está pasando. Por eso pienso que no lo rijo yo, sino que es una parte que está en otro sitio, en otro sitio del cerebro, en otro sitio del cuerpo o de algún otro lugar.

Para quien esté leyendo esto, se morirá por un directo de OVE.

En estos próximos conciertos, lo más probable es que sean a dúo. Si la cosa va bien, quizás contaría además con Txarlie (Solano) al contrabajo, siempre que pueda, ya que tiene un montón de proyectos. Me ha ido acompañando también Pera (Sidecars). Es una pasada, nunca tiene tiempo y cuando le llamas viene a los ensayos con los arreglos perfectos, incluso mejorados. Es un dream team, en mucho gracias a Morgan, que, además, son muy empáticos, más allá de profesionales de la música, y te ayudan mucho cuando tu proyecto es pequeño para poder llevarlo bien al directo.

Me llamaba también la atención tocar en teatros pequeñitos, que hay muchos en Madrid, y, de hecho, pronto anunciaré algo en este sentido para final de año. Es cierto que cuando llamo a las salas o escribo, nadie te conoce y te preguntan si traes gente, porque al final es su negocio también. De momento he conseguido cerrar unas fechitas en sitios pequeñitos, que hacen las cosas más bien por amor a la música. De igual forma, este proyecto es muy de parque, de naturaleza, de que se pueda escuchar y sentir en sitios abiertos.